miércoles, 22 de octubre de 2008

Palabras de Luna de la Cruz acerca del Mural

Otros ojos para un recorrido cotidiano.

Juliana, Andrea y Mario decidieron incomodarnos en la seguridad de nuestro deambular habitual y trastocar los sentidos naturalizados con los que percibimos y no percibimos estas imágenes cotidianas. Tomaron la estadística, justamente en el lugar donde pareciera que todo debe ser medido, cuantificado, verificado, y jugaron con ella. Se instalaron unos días en el predio para interceptar a estudiantes, profesores, PAU, y pedirles que elijan entre 8 de esos íconos impresos en algunos carteles de la universidad. Explicaban que los más elegidos formarían parte de un mural a realizarse en una pared del edificio. Más allá de las diversas respuestas, este extraño encuentro produjo dos cosas en los transeúntes: revivir imágenes fosilizadas en la naturalización del espacio cotidiano permitiendo registrarlas. Y problematizar el estatuto de aquello que comúnmente consideramos “arte”.

Finalmente, el mismo mural resucita imágenes olvidadas en el mirar-no mirar rutinario y nos interroga acerca de lo que es arte. Una pregunta se imponía en las encuestas ¿qué tienen que ver estas imágenes con el “arte”?. Es la que nos desafía cuando nos cruzamos con el mural. Nos puede gustar o no, causar risa o enojo, parecernos interesante o ridículo, hacernos sonrojar o discutir. Pero hay algo que nos mueve en la incomodidad de ya no sentirnos tan seguros en el lugar común de paso. Una grieta que se abre en aquello que vemos sin mirar todos los días y creíamos incuestionable. Algo que rompe las bases sobre las que antes caminábamos llevándonos al vértigo de necesitar otros ojos para mirar.

1 comentario:

virginia zimanás dijo...

Una reflexión justa... Un placer leer estás palabras que acompañan tan de la mano al Mural Estampado.